Risaralda le apuesta al desarrollo económico sostenible. Para esto el departamento aprovecha el 26,91 %[1] de su territorio de 4.000 kilómetros cuadrados en áreas naturales protegidas, diversidad de pisos térmicos y las riquezas en fauna, flora, agua y etnias. De igual manera, se busca promover el uso sostenible de los bienes y servicios ambientales, mejorar los indicadores de movilidad y la calidad de los servicios públicos. También se promueven procesos de generación y uso de energías renovables.
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